—Ministro, ¿cuál es su opinión respecto de las quejas de los productores por el aumento del impuesto Inmobliliario Rural (IIR) que, en algunos casos, según dicen, llegará al 60%?
—Uno paga un impuesto, pero lo compensan con obras que no son electorales, que van a quedar para siempre y hará que las producciones se incrementen. En lugares donde hoy tenés terneros (en sectores) inundados, con una obra buena el campo se valorizará. Hay que verlo de esa manera.
Leonardo Sarquís, a cargo del área de Agroindustria bonaerense, admitió —en diálogo con “La Nueva.”— que hay muchos detalles no menores detrás del impacto de la foto del citado impuesto, que son más importantes y que muchos no terminan de apreciar.
—En primer lugar, a nadie le gusta pagar más impuestos; ni a vos, ni a mí, ni al productor. Ahora, una cosa diferente es pagar impuestos cuando el Estado no te devuelve nada y sentís realmente que te están diciendo: “Dejá lo tuyo que no te devuelvo nada”.
Aun sin expresarlo, Sarquís advierte que, respecto de este tema, la faz comunicativa de las decisiones de Gobierno, que claramente excede a su ministerio, acaso se haya subestimado.
—Me parece importante hacer aclaraciones. Y no pretendo buscar excusas ni escudarme en una decisión del gobierno al cual pertenezco, pero me parece que hay recordar algunas cuestiones. Hablemos de inversiones.
“Por ejemplo, solamente en este año se han realizado inversiones por 46.000 millones de pesos para arreglos de rutas nacionales y rutas provinciales. Uno ve lo que se está haciendo, que la ruta 3 empieza a modificarse en el primer trimestre del año que viene (NdR: la autopista de la RN 3 sur, entre el puente Naranja y Coronel Dorrego) cuando durante años no se hizo nada. Uno aprecia lo bien que está la ruta 51 y la gente manda fotos de cómo ahora se puede transitar y antes no. Son temas puntuales.
“También están las obras hídricas e hidráulicas. Con este gobierno, después de cinco años y medio vamos a poder minimizar el 70%, como mínimo, de las consecuencias de las inundaciones en la provincia de Buenos Aires. Este no es un dato menor; es algo que nunca se había hecho.
“Estamos en la cuarta etapa del plan maestro de la Cuenca del Salado, que cruza la mitad de la provincia, con una inversión de casi 1.000 millones de dólares.
“Ahora, la gobernadora (María Eugenia) Vidal estuvo en China, y el ministro de Economía (Hernán Lacunza) también, porque fueron a buscar la parte (del dinero) que faltaba y les fue muy bien. Hoy están en marcha 52 obras hidráulicas e hídricas que involucran a 30 municipios”.
—¿Está convencido de que este es el camino?
—Claramente. Es cierto que hay que encarar un reacomodamiento impositivo en la provincia, ese no es menor, pero cuando uno mira el IIR la mitad de los productores no lo va a pagar, así como tampoco Ingresos Brutos quienes tienen hasta 50 hectáreas y hasta 3 millones de pesos de facturación. Se trata de más de 36.000 productores.
“Por ahí puede haber alguien de 100 hectáreas que plantee un reclamo, pero en ese caso habrá que ver en qué zona de producción se encuentra. Me parece que decir que Ingresos Brutos, como impuesto, de a poco va a desaparecer es un buen mensaje.
“Siempre digo que parece que al sector le sacan cosas, pero lo cierto es que ha tenido un favorecimiento inicial con la salida de las retenciones y las eliminaciones de los cupos de los ROE’s, y del cepo cambiario.
“Ahora esperamos que el dólar vaya un poco para arriba, aunque son cuestiones de la economía macro a las cuales no tenemos acceso. Pero insisto: este es el camino”.
—¿Esto incluye a los créditos del Banco Provincia?
—Claramente. Durante todo el año 2017 hubo una gran demanda y la oferta del banco respondió.
“Hasta mitad de este noviembre los créditos del banco, destinados al sector agroindustrial en la provincia de Buenos Aires, superaron los 52.000 millones de pesos, más la utilización de la tarjeta Procampo, que tiene un financiamiento de 4.000 millones de pesos en general.
“El aporte ha sido muy bueno, porque con el banco hemos armado, al menos, 10 líneas en respuesta al pedido específico para cada producción. Esto nos posiciona muy bien para el año 2018, porque en la medida que el crédito siga sustentable en el tiempo, la gimnasia de los productores y de las empresas pymes también lo continuarán, porque está claro que hacía muchos años que no tenían acceso.
“Creo que ahora que lo tenemos hay que valorarlo en su real dimensión”. (Por Guillermo D. Rueda, Con el Campo, La Nueva., Bahía Blanca)