“El proyecto nace a partir de conocer, en carne propia, las limitaciones de esta región; hay muy pocas alternativas. Lo único seguro es que habrá años malos. Lo que no se sabe es cuáles serán…”.
El ingeniero agrónomo Eduardo Negrete sabe lo que es producir en el sudoeste bonaerense y entiende que es tiempo de hacer algo para complementar a la ganadería, al trigo y a la cebada que, aún con altibajos, son el motor productivo de esta zona semiárida.
Por eso propone la construcción de una planta para la producción de etanol a partir de sorgo granífero en el SOB. Pero con una particularidad: tendrán activa participación —en la propiedad— los productores, las cooperativas, las asociaciones y sociedades del sector y los acopiadores, entre otros; es decir, los propios actores de la cadena.
“Una de las alternativas que se puede hacer acá en verano es el sorgo granífero, ya que el forrajero se utiliza para dar de comer a animales en pie o para hacer silos”, explicó.
“El granífero tiene una ventaja comparativa respecto del maíz, ya que requiere menos agua y menos tecnología para producir y es mucho más barato”, amplió.
“El sorgo puede entrar en períodos de dormancia ante estrés hídrico cuando acartucha la hoja para evapotranspirar menos, y si después de un seca obtiene agua recuperará lo que había dejado de crecer”, sostuvo.
Hace 8 años que Negrete, quien nació en Bahía Blanca, trabaja en este proyecto y cree que este es el momento indicado para darle viabilidad. Pero no está solo, ya que su hermano Ramiro, licenciado en Economía, también bahiense, participa de la actualización permanente.
El sorgo, que tiene el mismo ciclo que el maíz, se siembra en noviembre y se cosecha, dependiendo de las condiciones climáticas y de los ciclos elegidos, a partir de abril/mayo.
“La idea, por decir de alguna manera, es que este sorgo es el maíz de las zonas menos favorecidas”, definió Negrete.
El granífero y su demanda
La coyuntura indica que el sorgo granífero no tiene demanda y es escasa su siembra en el SOB.
En la Argentina existen plantas de etanol que producen a partir de la fermentación de maíz y casi todas pertenecen a grandes empresas.
“Nosotros apuntamos a hacer una especie de cooperativa”, aclaró Negrete.
“La idea nuestra es dividir ese capital calculado en 24 millones de dólares en cuotas parte de, por ejemplo, U$S 10.000. Hoy son alrededor de 200.000 pesos, que es el valor de una jaula de terneros de destete. Si alguien quiere comprar dos, o tres, mejor”, sostuvo.
“Queremos hacer intervenir a cooperativas, acopiadores y demás entidades que muestren interés. La idea es que el productor tenga una parte de la propiedad de la planta para que reciba dividendos de la operación como participación industrial. Y que, además, pueda vender su producción a la planta”, explicó.
El sorgo, como el maíz
Negrete dijo que de una tonelada de sorgo se obtienen 405 litros de etanol (324 kilos) de DDGS, que es una harina, porque lo único que se fermenta son los hidratos de carbono (la proteína no se toca).
“El sorgo, como el maíz, tiene de un 8 al 10% de proteína. Lo que se hace al reducir a la tercera parte es concentrar la proteína y, entonces, es una harina con cerca del 30% de valor proteico”, manifestó. “Esto es excelente para dar de comer a los animales. Habría una harina de alto valor en proteína para suplementar, al margen del pasto”, amplió.
“Nosotros pensamos en el pequeño productor, en el de 400/500 hectáreas”, sostuvo.
“Hoy tiene que hacer 200 hectáreas de trigo y en el resto tener animales. Ahora, lo que podría hacer es agrandar el campo achicando las vacas. Podría tener terneros y darle harina a corral para engordar”, dijo.
“O existe otra alternativa: al lado de la misma planta, se hace un gran feedlot, que es de bajo costo, y se dedica a la cría como sucede en esta zona y, cuando llegue la hora de recriar al ternero, lo envía al feedlot. El día que se venda recibirá los dividendos, claro”, comentó.
Negrete insistió en que la idea es que el productor mejore la eficiencia de su campo y que, luego, tenga participación en la planta.
Por el etanol existen empresas petrolíferas interesadas en comprar ese producto, ya que lo mezclan con nafta. No todas las refinerías del país están habilitadas para mezclar etanol con nafta, pero en Bahía Bahía hay una en Loma Paraguaya.
El lugar de residencia
¿Dónde instalarla? El lugar surgirá de las diferentes propuestas, pero Negrete dijo que uno de los sitios podría ser en los alrededores de General Daniel Cerri, habida cuenta de la proximidades con TGS, la central termoeléctrica y otra empresa que podría utilizar el dióxido de carbono.
Negrete presentó este proyecto ante representantes de la Bolsa de Cereales de Bahía Blanca y del Consejo Regional de Desarrollo del Sudoeste Bonaerense.
“La idea no es empezar a poner plata, sino convocar a productores para conocer el real interés y determinar si existe una masa crítica. ¿Que faltaría? Una entidad o una persona que se entusiasme verdaderamente con esto”, aseveró.
También dijo que el proyecto podría interesar al Banco Provincia, porque sería una forma de fomentar a la producción de la zona y de bancarizar al productor.
El ejemplo de Córdoba
“Estuve trabajando un año en varios lugares de Córdoba. ¡Es increíble la pujanza que tiene el privado de esa provincia! Se involucran y toman riesgos, más allá de lo que eso representa en nuestro país. Pero hacen, hacen y hacen”, aseguró Negrete.
“En Río Cuarto existe una planta de etanol a partir de maíz hecha con más de 20 productores, quienes tomaron un crédito del Bicentenario. Funciona hace 3 o 4 años. Es de un tamaño similar a la que proponemos”, afirmó.
“Al lado de esa planta ahora se instaló otra que produce biogás a partir de desechos de silaje de maíz y de un criadero de cerdos. Ya están produciendo y parte de esa energía se la venden a la planta (de etanol) y el resto al pueblo. Y el residuo de la planta de biogas es un biofertilizante”, explicó Negrete.
(Fuente. Diario La Nueva., Bahía Blanca. Fotos: Pablo Presti-La Nueva)