En los últimos meses, el enanismo —o achaparramiento del maíz— surgió como un desafío significativo para los agricultores de varias provincias. La propagación de esta condición, diseminada o transmitida por la chicharrita, genera preocupación y lleva a una búsqueda activa de soluciones efectivas.
¿Puede la genética ofrecer una respuesta a este problema? Para abordar la cuestión, Andrés Caggiano, ingeniero agrónomo y gerente de Desarrollo de Productos en NK Semillas, fue invitado a discutir el tema en Campo y Ecología Radio Argentina. Durante la entrevista con el Ing. Gerardo Gallo Candolo, Caggiano destacó la importancia de seleccionar híbridos de maíz con alta tolerancia a la enfermedad transmitida por la chicharrita.
El especialista explicó que la selección del genotipo adecuado es una estrategia clave en el manejo de esta plaga. Algunos híbridos, como el SYN505 Viptera 3 y el 126 Viptera 3 ofrecidos por NK Semillas, han demostrado ser especialmente efectivos en términos de tolerancia. Sin embargo, enfatizó que la tolerancia genética debe complementarse con prácticas agronómicas adecuadas, como el control del maíz guacho y el manejo regional.
La discusión también abordó la naturaleza migratoria de la chicharrita, que puede desplazarse largas distancias en poco tiempo, lo que subraya la importancia de una coordinación a nivel regional en las estrategias de control. Aunque la presión de la enfermedad fue inusualmente alta durante la última campaña, Caggiano expresó confianza en que, con las medidas adecuadas y las condiciones ambientales favorables, los agricultores podrán enfrentar este desafío de manera efectiva.
El Ing. Caggiano también dijo:
—“Se trata de una enfermedad bien tropical, que se siente mucho más cómoda con temperaturas medias y no resiste los inviernos crudos ni las heladas; o le cuesta mucho sobrevivir y reproducirse en esas condiciones”.
—“En aquellos lugares donde no hay maíz todo el año, generalmente la presión baja mucho en invierno y no se ve la chicharrita al comenzar el nuevo ciclo en el norte argentino, o también en zonas más tropicales, como Brasil, donde hay maíz continuamente, por lo cual es más fácil que se reproduzca. En el norte estamos viéndola hace varios años. La dinámica poblacional es variable; es decir, no es siempre una presión alta, sino por años de acuerdo a ciertas condiciones ambientales”.
—“Nosotros tenemos materiales en vías de experimentación, pero vimos tolerancias importantes. Digamos que estarían disponibles en esta campaña. Hoy contamos con dos híbridos. Uno es tropical y otro es una cruza entre un templado y un tropical. Son los materiales que tienen mejor tolerancia del portfolio. También hay un abanico de tolerancia con los que mejor se comportan en el portfolio”.
—“Siempre hay que acompañarlo con lo ideal. Sería cuestión de manejo, de fecha de siembra, de intentar controlar muy bien el maíz guacho, porque es una chicharrita que solamente se reproduce y se alimenta con este cultivo. Si nosotros le sacamos esas fuentes verdes vamos a arrancar las próximas siembras por una población muy baja, o prácticamente nula”.
Foto principal: Ing. Agrónomo Andrés Caggiano / Pool de Periodistas
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