Por Rosario Perrière (*)
La Asociación Bonaerense de Periodistas Agropecuarios (Abopa) nos brindó la posibilidad de capacitarnos durante dos jornadas en “Periodismo Trasmedia: Cómo aplicar tecnologías a nuestras noticias”, a cargo del Lic. en Comunicación Social, Roberto Curri. Sin dudas, fue una experiencia muy enriquecedora que realmente me motivó a un sinnúmero de cuestionamientos y replanteos respecto a la dinámica diaria de mi trabajo, sobre todo cuando una de esas herramientas puede ser la Inteligencia Artificial (IA).
Todavía no nos podemos aventurar sobre cuál puede ser el impacto de la IA en los medios de comunicación, pero me pregunto ¿será el momento de reconfigurar nuestra profesión utilizando la IA como una herramienta?, en una de las retóricas que surgieron en la capacitación.
En noviembre de 2022 se lanzó el chatbot ChatGPT de OpenAI, impulsado por IA, y de la mano de este lanzamiento los periodistas comenzamos a debatir sobre su impacto potencial, tanto en grandes redacciones como en nuestros pequeños medios.
¿Cuántos periodistas serán reemplazados por la inteligencia artificial en una redacción? ¿Qué tan rápido se llevará a cabo este proceso? ¿Qué periodistas serán más vulnerables a partir de la incorporación de esta herramienta? ¿Deberíamos ver al ChatGPT como un desafío o como una oportunidad para resolver algunos de los problemas que enfrentan los medios de comunicación?
Todas estas preguntas, y muchas más, todavía no tienen una respuesta concreta y contundente, pero sin dudas se abre la posibilidad de analizar “cómo” estamos haciendo nuestro trabajo.
La IA ya está presente desde hace varios años
El uso de IA para apoyar y producir piezas de periodismo es algo con lo que los medios han estado experimentando durante algún tiempo. La innovación en IA en la última década tuvo tres fases: automatización, aumento y generación.
En la automatización se ha venido aplicando principalmente en noticias basadas en datos, como informes financieros, resultados deportivos, clima e indicadores económicos. Seguramente muchos de nosotros tenemos alguna información automatizada en nuestros portales.
En una segunda fase, un ejemplo de esto se puede encontrar en el periódico argentino La Nación, que comenzó a usar IA para respaldar a su equipo de datos en 2019 y, luego, estableció un laboratorio de IA en colaboración con analistas y desarrolladores de datos.
La tercera es la IA generativa, el nuevo desarrollo que ofrece aplicaciones al periodismo que van más allá de simples informes automatizados y análisis de datos. Ahora, podemos pedirle a un chatbot que escriba un artículo más largo y equilibrado sobre un tema o un artículo de opinión desde un punto de vista particular. Incluso, podríamos pedirle que lo haga al estilo de algún escritor o publicación conocida.
Las ideas sobre los posibles usos de esta tecnología se han multiplicado desde noviembre, y los propios periodistas a menudo probamos las capacidades de los chatbots para escribir y editar.
Parte de la razón por la que ChatGPT y otras herramientas han generado tanto entusiasmo, es que son muy fáciles de usar y pueden comunicarse con un lenguaje natural y simple.
Si bien podría ser útil como una herramienta para sintetizar información, realizar ediciones e informar informes, tal como la vemos hoy, carece de algunas habilidades clave que le impedirán asumir un papel más importante en el periodismo, al menos por ahora.
Hoy la IA generativa no puede satisfacer la demanda de análisis muy profundos o una visión más desarrollada de un tema en particular. Hoy la capacidad para sintetizar la información, contextualizarla e identificarla por ahora solamente es inherente a nosotros, los periodistas.
Alea jasta est (La suerte está echada)
Comparto una captura de pantalla de un intercambio de chat con ChatGPT:
Nota (*): La periodista Rosario Perrière es miembro de la comisión directiva de Abopa.
Epígrafe principal: Una imagen de robots trabajando en una sala de redacción creada con la aplicación Midjourney impulsada por IA.
